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La Catedral de Jaén recupera su esplendor con la vuelta de las vidrieras originales tras dos años de restauración

La Catedral de Jaén recupera su esplendor con la vuelta de las vidrieras originales tras casi dos años de restauración

La Catedral de Jaén recupera su esplendor con la vuelta de las vidrieras originales tras casi dos años de restauración

La restauración de un conjunto de 42 vidrieras de la Catedral de Jaén culmina dos años después de iniciarse el proyecto, impulsado por el Cabildo Catedralicio, para reparar los daños constatados en estos bienes, datados entre los siglos XVI y XX. El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, visitó este jueves la Catedral junto al obispo de Jaén, Sebastián Chico, el delegado del Gobierno en la provincia, Jesús Estrella, y el deán de la Catedral, Francisco Juan Martínez.

Bernal resaltó que “la profunda restauración ha devuelto la luz original a la Catedral, devolviendo el esplendor a una de las joyas renacentistas de España”. En este sentido, agradeció “la excepcional labor que realiza la Iglesia Católica para la preservación de nuestro patrimonio histórico, artístico y documental. Un patrimonio ingente, con representaciones muy importantes en toda Andalucía, que constituye una parte fundamental del acervo y la tradición cultural de nuestra tierra, que los andaluces y andaluzas sienten suyo”.

El consejero Arturo Bernal en el medio. El consejero Arturo Bernal en el medio.

El consejero Arturo Bernal en el medio.

El Cabildo de Jaén, como promotor, solicitó en agosto de 2022 a la Junta de Andalucía la intervención en las vidrieras que se encuentran en la nave sur, fachada del altar mayor, nave norte, fachada principal, cimborrio, pudridero, sentinis, zona de museos y en la Iglesia del Sagrario. El proyecto presentado documentaba los principales daños que se habían constatado, como fracturas de vidrios, deformaciones y carbonatación de los plomos, deformaciones y oxidación de los bastidores, varillas de sujeción y demás elementos de hierro. Además, se encontraron deposiciones de suciedad de diversa índole en ambas caras de los paneles y se habían producido pérdidas de las capas pictóricas, de paneles completos y pérdida generalizada de material de sellado y añadidos discordantes.

Peligro para las personas por el estado de las vidrieras

La ubicación propia de los vitrales en un ambiente con gran exposición a los agentes atmosféricos, en especial fuertes vientos, había provocado un deterioro que suponía un grave peligro para las personas, así como para la preservación del inmueble. Finalmente se ha actuado sobre el conjunto de 42 vidrieras, 14 de las cuales corresponden a las coloreadas instaladas entre 1911 y 1942.

Uno de los aspectos más interesantes del proyecto desde el punto de vista histórico-artístico es la descripción por tipología y autores. Así, las vidrieras translúcidas (compuestas por vidrios emplomados) correspondientes al gusto clasicista de los siglos XVI al XVIII serían de Pedro Sol (vidriero madrileño) y Juan González, otorgándole una singular claridad. El programa decorativo de las vidrieras de la Catedral se inicia en 1910 gracias a un sistema de donaciones, recogido en el Libro de Actas del Cabildo Catedralicio. A finales del siglo XIX se contextualizan las operaciones de oscurecimiento, que van desde la ubicación de cortinajes en diferentes vanos a la implantación de un nuevo programa de vidrieras figurativas coloreadas realizados por la talleres de Maumejean y La Venenciana, en cabecera, pies, y sendas fachadas del crucero. En 1942 se sucederían las 3 presentes sobre el altar de la Iglesia del Sagrario. El proyecto profundizaba en estos cuatro talleres vidrieros, que son los que participaron a lo largo del tiempo en la decoración de los huecos del templo

La intervención ha estado tutelada por un equipo multidisciplinar, destacando las tareas de embalaje y desmontaje en los casos necesarios para restauración en taller del vidriero en Málaga, o la investigación histórico-documental realizada en torno a la vidriera de la Asunción ubicada en el brazo norte del crucero, que concluía con las claves formales de los elementos figurativos perdidos en paneles centrales y co-ronación de la vidriera, referidos a la marquesa que la donó.

Una construcción de varios siglos

La Iglesia Catedral de la Asunción de la Virgen está inscrita en el Catálogo de General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento, recogido en el Decreto de 3 de junio de 1931, por el que se declara Monumento Histórico-Artístico con carácter nacional la Iglesia Catedral de la Asunción de la Virgen. Está dedicada a la Asunción de la Virgen desde la consagración de la antigua Mezquita Mayor de la ciudad musulmana en 1246, tras la conquista de la misma por el rey santo Fernando III de Castilla.

La Catedral actual, cuya construcción se prolongó durante varios siglos, fue concebida en el siglo XVI para sustituir el anterior templo gótico. Destacan su sala capitular y su sacristía, obra cumbre de Andrés de Vandelvira, y una de las obras más importantes del renacimiento español; su fachada principal, una de las principales obras del barroco español; así como el coro neoclásico, debido a su belleza y al gran número de sitiales que lo convierten en uno de los más grandes de España. En su interior se custodia, entre otras obras de arte y objetos religiosos, la reliquia del Lienzo del Santo Rostro, que se expone a veneración pública de los fieles todos los viernes.

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