¿Conoces al fantasma del Castillo de Santa Catalina de Jaén?
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El encanto de Jaén, ciudad de la histórica Andalucía, no se limita a su rica cultura, gastronomía y paisajes impresionantes. En las entrañas del Castillo de Santa Catalina se oculta una leyenda que ha perdurado a lo largo de los siglos: el misterio de Jasmine o Jasmina, el fantasma que acecha en la habitación 22 del Parador Nacional de Santa Catalina.
La leyenda de Jasmine se remonta a tiempos medievales, cuando Jaén estaba bajo el dominio del Condestable Iranzo. Jasmina, una mora de belleza deslumbrante con ojos rasgados y verdes, vivía en los aposentos que su amado, el Condestable, le había dispuesto en el castillo. Su amor prohibido, en una época en la que las tensiones entre cristianos y musulmanes eran palpables, causó envidia y celos entre los nobles. Aprovechando la ausencia del Condestable por asuntos de guerra, estos nobles ingresaron a la habitación de Jasmina. Lo que sucedió después allí es una tragedia que aún perdura en el tiempo.
Embarazada y vulnerable, Jasmina fue violada y luego quemada viva por aquellos envidiosos nobles. Desde entonces, su espíritu atormentado vaga por el castillo, esperando el regreso de su amado. Esta historia de amor y tragedia ha dejado poso en el Castillo de Santa Catalina.
Los primeros testimonios de la presencia de Jasmine se remontan a 1960, cuando se estaban realizando obras en el Parador. Un obrero afirmó haber visto a una mujer magrebí en lo que hoy es la cafetería. Esta figura etérea parecía flotar y se evaporó sin dejar rastro por el largo pasillo de piedra que conduce a la entrada del edificio. Este encuentro dejó atónitos a todos los presentes y marcó el inicio de una serie de fenómenos inexplicables en el castillo.
En 1980, un huésped que se alojaba en la habitación 22 del Parador vivió una experiencia aterradora. Durante la noche, escuchó llamadas en la puerta, pero al abrir, no encontró a nadie. Estos extraños sucesos se repitieron a lo largo de la noche, llenando de inquietud al huésped. Finalmente, agotado por los misteriosos ruidos y fenómenos, decidió abandonar la habitación en busca de un lugar más apacible para descansar.
La leyenda de Jasmine no se limita a esta habitación en particular. Otros huéspedes, incluso extranjeros, han presentado quejas sobre los ruidos incesantes que provienen de la habitación de arriba, aunque en realidad, no había ninguna habitación sobre la suya, solo el tejado. Algunos visitantes también han relatado haber sentido pasos corriendo por el pasillo, golpes en sus puertas y haber visto la aparición de una mujer vestida con atuendo árabe, observándolos fijamente desde una esquina. Una mujer alta, morena, de ojos claros, con un turbante o pañuelo en la cabeza, una falda larga y calzado oscuro. Se cree que esta figura enigmática es el espíritu de Jasmine.
El Castillo de Santa Catalina alberga múltiples misterios y leyendas que envuelven sus antiguas paredes. Se desconoce si los lamentos que se escuchan y las visiones que se han constatado son producto de la tragedia de Jasmina, la historia de la mora del palacio de los Reyes en el Convento de Santa Catalina, o la mora que se suicidó por amor en Caño Quebrado. Lo que sí sabemos es que este castillo encierra secretos que desafían la explicación lógica y que continúan asombrando a los visitantes que se aventuran a explorar sus pasillos históricos.
En tu próximo viaje a Jaén, quizás quieras desafiar tu valentía y pasar una noche en la habitación 22 del Parador Nacional de Santa Catalina. ¿Estás dispuesto a enfrentarte a los susurros de Jasmine y a los misterios que acechan en el Castillo de Santa Catalina? Descúbrelo por ti mismo. Una experiencia recomendada solo para valientes.
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