OCIO JAÉN

¿Qué se come en las lumbres de San Antón?

En Jaén las palomitas de maíz se conocen por el nombre de "rosetas".

En Jaén las palomitas de maíz se conocen por el nombre de "rosetas".

Las tradiciones arraigadas se viven de manera especial en Jaén, y las Fiestas de San Antón, que se celebran en torno al día del santo, el 17 de enero, no son una excepción. Los chorizos, las rosetas o el vino están presentes en estos días señalados, junto a las botas de vino, que pasan de mano en mano para celebrar la llegada del nuevo año en torno a las hogueras, que en Jaén son más conocidas como “lumbres”.

Melenchones y rosetas

Uno de los aspectos más singulares de la celebración de San Antón es la presencia de los melenchones, canciones populares entonadas por los locales mientras se congregan alrededor de las hogueras. Este animado ambiente se complementa con el aroma irresistible de las rosetas. Y es que, en Jaén, las palomitas son conocidas como rosetas y son el acompañamiento perfecto para las festividades, siendo repartidas generosamente por cada calle y plaza donde se encienda una hoguera. Así que, si ves bolsas gigantes llenas de palomitas, no es para un empacho individual, porque si por algo se caracteriza San Antón es por el espíritu de compartir.

Lumbres de San Antón

No es casualidad que estas hogueras coincidan con el final de la recolección de aceitunas, ya que se utilizan los restos de la poda del olivar para encenderlas. Este detalle no solo resalta la conexión intrínseca de Jaén con el oro líquido, el aceite de oliva, sino que también agrega un toque especial a la celebración, creando un ambiente cálido y acogedor. Pero cuidado, porque si te acercas demasiado, lo cálido puede llegar a abrasar, así que siempre se recomienda mantenerse a una distancia prudencial de la pira.

Brasa para comer

La gastronomía en San Antón va más allá de las rosetas. Las brasas de las hogueras son el escenario perfecto para preparar auténticas delicias de carne y verdura, como la calabaza asada, que se convierte en un manjar suculento, adquiriendo un sabor único que solo la cocción a fuego lento puede proporcionar. Además, la morcilla y el chorizo, típicos embutidos españoles se asan a la perfección, liberando sus aromas tentadores y sabores intensos. No es extraño ver a la gente llevar sus propias parrillas para, aprovechando el calor de las brasas, hacer su particular cena de San Antón frente a la lumbre.

Bota de vino

Para acompañar la comida y hacer frente al frío invernal, nada mejor que el vino de la tierra de Jaén. Este vino, servido tradicionalmente en botas, circula de mano en mano entre los asistentes, fomentando la camaradería y creando un ambiente festivo inigualable. La combinación de los sabores de la comida asada y el vino local crea una sinfonía de placer para los sentidos.

La festividad de San Antón es una experiencia que debes vivir al menos una vez en la vida. Así que, si estás planeando tu visita a Jaén a finales de enero, asegúrate de coincidir con la celebración de San Antón y disfruta de una inolvidable mezcla de tradición, música y deliciosos sabores. ¡Te esperamos alrededor de la lumbre para cantar y bailar!

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