Tras las huellas de Carlos III: las rutas de los colonos que recorren Sierra Morena

Descubre las rutas de los colonos en Jaén, un viaje por los pueblos ilustrados de Sierra Morena recordados por su historia, naturaleza y utopía social

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La ruta se celebrará el 8 de noviembre, con salida prevista a las 7:30 horas para aprovechar la mañana. / Úbeda Trekking

Entre los caminos que atraviesan la provincia de Jaén hay algunos que no solo conducen a paisajes naturales únicos, sino también a un pasado marcado por la utopía y la razón. Las rutas de los colonos son mucho más que itinerarios senderistas: son un recorrido por una de las páginas más fascinantes de la historia moderna española, nacida en pleno siglo XVIII bajo el reinado de Carlos III y la visión reformadora del intendente Pablo de Olavide.

En esta red de pueblos, creados entre 1767 y 1770 para repoblar las zonas despobladas de Sierra Morena y Despeñaperros, se ensayó uno de los proyectos sociales más innovadores de Europa. La idea era sencilla y ambiciosa a la vez: fundar una sociedad rural igualitaria, laica y trabajadora, basada en el cultivo de la tierra y la cooperación vecinal.

Del Viso del Marqués a Miranda del Rey, la ruta de 18 kilómetros tiene una dificultad media. / Diputación de Jaén

Más de 6.000 colonos centroeuropeos, principalmente alemanes, flamencos, suizos y franceses, llegaron a estos parajes acompañados de sus familias, ganados y herramientas, con la esperanza de iniciar una nueva vida. A ellos se debe la creación de lugares como Guarromán, Santa Elena, Aldeaquemada o La Carolina, hoy reconocidos por su singular trazado urbano, su arquitectura y su identidad cultural compartida.

La Ruta de los Colonos 2025

Un camino entre historia y naturaleza

El 8 de noviembre de 2025 se celebrará la III Ruta de los Colonos, una cita que invita a revivir aquel espíritu ilustrado recorriendo los 18 kilómetros que separan Viso del Marqués (Ciudad Real) y Miranda del Rey (Santa Elena, Jaén). Bajo el lema 'Historia y naturaleza: un camino para una entidad común', la actividad está organizada por los Ayuntamientos de Santa Elena y Viso del Marqués, con la colaboración de Pueblos Mágicos.

La jornada comenzará a las 7:30 h desde la Plaza Antonio Daniel Ruiz, y la participación tiene un coste simbólico de 5 euros, que incluye traslado al inicio de la ruta, desayuno colono y seguro. Las inscripciones pueden realizarse hasta el 5 de noviembre en el Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa, a través del correo electrónico museoyturismosantaelena@gmail.com o bien por teléfono, contactando al 953 45 96 93.

El itinerario, de dificultad media, atraviesa paisajes que resumen la esencia de Sierra Morena: bosques de encinas y alcornoques, antiguos cortijos, sendas empedradas y horizontes rojizos marcados por los primeros fríos del otoño. Pero más allá del entorno natural, la ruta es una oportunidad para entender cómo aquellos colonos trazaron con su esfuerzo la fisonomía actual del territorio.

Las Nuevas Poblaciones Carolinas

Una utopía en la frontera del siglo XVIII

El proyecto de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía, impulsado en 1767, pretendía repoblar los caminos que unían Cádiz y Madrid, asolados por el bandolerismo y la despoblación. Fue, en palabras del intendente Pedro Polo de Alcocer, “una empresa sin ejemplo en Europa”.

A cada familia se le entregaba una dotación igualitaria: tierras, casa, animales, herramientas y grano, con la obligación de trabajar la tierra y contribuir a la construcción de los espacios comunes. La sociedad debía ser laica, sin conventos, y con escuelas elementales que garantizaran la educación de todos los niños.

Las primeras décadas no fueron fáciles. Las epidemias, las penurias y el aislamiento pusieron a prueba la resistencia de los colonos. Sin embargo, su disciplina, frugalidad y sentido comunitario fueron reconocidos por viajeros extranjeros como Towsend, quien describió a los habitantes de Guarromán como “alemanes que por su industria y frugalidad hacen honor a su patria”.

Recorrer las rutas de estos pueblos es recorrer el mapa de una utopía ilustrada que logró materializarse: una red de comunidades agrarias ordenadas, racionales y abiertas al futuro.

Guarromán, La Carolina y Santa Elena: una colonización ejemplar

Guarromán

Nacida como una de las primeras colonias, Guarromán conserva la estructura urbana diseñada por los ingenieros de Carlos III: calles rectas, plaza central y edificios sobrios. El Centro de Interpretación de las Nuevas Poblaciones explica, con documentos y objetos originales, el origen de este experimento social y la vida cotidiana de los colonos.

La Carolina

Capital histórica del proyecto, La Carolina fue concebida como ciudad modelo. Su Iglesia de la Inmaculada Concepción, el Palacio del Intendente Olavide y el Museo de la Historia de la Ciudad ofrecen una completa panorámica de la colonización y su desarrollo económico. Cada año celebra las Fiestas de la Fundación para conmemorar la llegada de los primeros colonos.

Santa Elena y Miranda del Rey

A las puertas de Despeñaperros, Santa Elena combina su historia ilustrada con un entorno natural privilegiado. Su Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa y su cercanía al Parque Natural de Despeñaperros la convierten en punto de partida de numerosas rutas senderistas. Desde Miranda del Rey, los senderos conectan con Viso del Marqués, ofreciendo vistas sobre los antiguos caminos reales.

Senderos con historia

Además de la Ruta de los Colonos, la zona ofrece múltiples alternativas para el senderismo cultural:

Más de dos siglos después, los municipios fundados por Carlos III mantienen una identidad cultural que los distingue dentro de Andalucía. Su herencia se celebra con fiestas, jornadas históricas, exposiciones y recreaciones que atraen a visitantes de toda Europa.

Eventos como la Ruta de los Colonos, las Fiestas de la Fundación de La Carolina o las Jornadas Históricas de Guarromán son un ejemplo de cómo el patrimonio intangible de la colonización se ha convertido en motor de dinamización turística y social. El espíritu de los colonos —basado en el esfuerzo, la cooperación y la igualdad— sigue presente en las costumbres locales, en la gastronomía de influencias centroeuropeas y en la forma de entender la vida comunitaria.

Recorrer las rutas de los colonos de Jaén es recorrer un escenario donde se cruzan el pensamiento ilustrado, la arquitectura racional y la fuerza del paisaje andaluz. Cada paso por sus caminos evoca la determinación de aquellos pioneros que, hace más de dos siglos, transformaron un territorio inhóspito en una tierra fértil y próspera.

Su legado invita a caminar despacio, mirar con curiosidad y escuchar el eco de una historia que sigue viva entre los olivares, las dehesas y los pueblos blancos de Sierra Morena.

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