Del 'me estoy quitando' a la 'rumba del perro': Tabletom toca este domingo en Baeza con entrada gratuita

Desde hace cuarenta años, el rock malagueño tiene nombre propio: Tabletom. La banda, que sigue en activo, aunque siempre con el recuerdo de Rockberto presente entre músicos y público, llega a Baeza el domingo 14 de septiembre con su primer concierto en la Ciudad Patrimonio de la Humanidad, incluido en su actual tour ‘Una gira en vé en cuando’. La cita es a las 17:00 horas en el Café Teatro Central de Baeza y la entrada será libre hasta completar aforo.

El show será todo un despliegue tanto de sus temas más icónicos como de su último trabajo discográfico, que llegó recientemente con la publicación de la nueva canción titulada ‘Clara’. A ella se unirán himnos como ‘Me estoy quitando’, ‘Algo así’, ‘Ininteligible’, ‘La rumba del perro’ o ‘No tengo na’. Todo ello con su característico sentido del humor, groove malagueño y espíritu mestizo, haciendo del mediodía baezano una auténtica fiesta de rock&roll.

Cuarenta años de puro rock

En Málaga se gestó a mediados de los años setenta una de las bandas más singulares del panorama nacional. Tabletom, fundada en 1976 en una comuna hippie de Campanillas, ha sobrevivido a cambios de formación, al paso del tiempo y a la pérdida de su líder carismático, Rockberto. Su estilo ecléctico e inclasificable los convirtió en pioneros del mestizaje musical en España.

Tabletom: una discografía en clave andaluza

De ‘Mezclalina’ al mito de Rockberto

Su primer disco, ‘Mezclalina’ (1980), producido por Ricardo Pachón, fue un manifiesto de intenciones: mezclar sin etiquetas géneros como jazz, flamenco, reggae, rock o blues. Sin embargo, el verdadero estallido llegaría con ‘Inoxidable’ (1992), un álbum que contenía ‘Me estoy quitando’, un homenaje a Camarón convertido en himno en Málaga que pronto traspasó las fronteras de la ciudad de La Farola. La versión de Extremoduro en ‘Agila’ multiplicó su alcance y consolidó a Tabletom como referencia del rock alternativo andaluz.

A lo largo de su carrera, los malagueños han publicado otros trabajos esenciales como ‘Rayya’ (1983), ‘Recuerdos del futuro’ (1985), ‘Vivitos y coleando’ (1996), ‘La parte chunga’ (1998), ‘7000 kilos’ (2002), ‘Sigamos en las nubes’ (2008) o ‘Luna de Mayo’ (2016). Cada disco reforzó su estatus de grupo inclasificable, tan fiel a sus ideales como al margen de las corrientes comerciales.

El vacío tras Rockberto y la reinvención

El 12 de junio de 2011 fallecía Roberto González “Rockberto”, la voz chamánica de Tabletom. Su muerte dejó un vacío enorme en la banda y en sus seguidores. Muchos pensaron que aquel sería el final. Sin embargo, los hermanos Perico y Pepillo Ramírez, columna vertebral del grupo, decidieron mantener vivo el proyecto. Primero lo hicieron con Tony Moreno (Eskorzo) en una etapa transitoria que sirvió para homenajear a Rockberto y cicatrizar heridas. Más tarde llegó Salva Marina como nuevo vocalista, acompañado por Jorge Blanco (bajo), Nicolas A. Huguenin (batería), Manuel Nocete (teclados) y, más recientemente, Carlos Campos a la batería.

Un estilo imposible de clasificar

Pioneros del mestizaje

Tabletom nunca encajó en una sola etiqueta. Su música abarca el rock, el jazz, el flamenco, el reggae, el blues, el funk y hasta la bossanova. Antes de que existiera el concepto de “fusión”, ellos ya lo practicaban con naturalidad.

Humor y poesía

Sus letras han hecho alarde siempre del humor y el sarcasmo con adaptaciones de poemas del escritor malagueño Juan Miguel González. Canciones como ‘El reggae del amor’ (que reza: ‘para hacer el amor hay que comer jamón’) conviven con advertencias cómplices como ‘Cuidadito con el escalón’.

La proyección cultural de Tabletom

Influencia y legado

Aunque nunca fueron un grupo de masas, Tabletom ha influido en bandas como Extremoduro, Marea o Los Delinqüentes. Su trayectoria ha sido objeto de reconocimiento en la película ‘Todos somos estrellas’, donde artistas como Luz Casal, Robe Iniesta, Raimundo Amador, Kiko Veneno o Kutxi Romero rinden homenaje a estos malagueños inoxidables.

Tabletom: 40 años y más allá

En 2016 celebraron su 40 aniversario con ‘Luna de Mayo’. Ahora, con casi cinco décadas a sus espaldas, siguen siendo una banda viva, en constante evolución y con nuevas incorporaciones que rejuvenecen su sonido. Tanto si ya los has visto en directo como si todavía no tuviste la ocasión, el concierto en Baeza de este domingo es todo un planazo para los que buscan agitar la melena al viento mientras corean las canciones que han marcado a varias generaciones de rockeros.

Su fuerza en el directo los hace una de esas bandas imprescindibles de ver, al menos, una vez en la vida. Pero cuidado, que quien lo hace siempre repite. Por algo son, además de buenos músicos, abanderados del rock malagueño más canalla y enganchante. No te pierdas al grupo más mítico de Málaga y a uno de los estandartes de la escena nacional, que sigue ‘vivito y coleando’ por muchos más años.