El rastro del 4 de diciembre

04 de diciembre 2025 - 03:08

El 4 de diciembre de 1977, con la dictadura todavía caliente y con las ilusiones por la libertad que ya empezaba todavía sin estrenar, muchos cientos de miles de andaluces expresaron en la calle que las cosas tenían que cambiar en esta tierra y que no se iba a permitir, o por lo menos no se iba a permitir sin que se levantara la voz, que de nuevo Andalucía quedara postergada frente a otros territorios más ricos e influyentes. Ese 4 de diciembre de hace hoy 48 años el guion de la Transición cambió. Con la perspectiva que da el tiempo transcurrido se puede afirmar que es uno de los hechos más transcendentales del periodo intenso y convulso que va desde la muerte del dictador hasta la aprobación de la Constitución un año después. Sin la movilización de Andalucía pidiendo una autonomía plena que no estaba en la ruta trazada, España sería hoy un país muy diferente.

El hecho de que hoy el 4 de diciembre no sea el día de Andalucía se debe, sobre todo, a una maniobra política del PSOE para hacer que sus siglas se identificaran con la autonomía andaluza. Le salió muy bien. Si el 4 de diciembre fue un empeño unitario de todo el arco político, al 28 de febrero de 1980 se llega en medio de una profunda división de los partidos. Los socialistas supieron rentabilizar durante décadas que se pusieron en el lado correcto. Ese día el PSOE de Felipe González y Alfonso Guerra puso las bases de su larga permanencia en la Junta.

Todo esto queda ya demasiado lejos y despierta interés solo en los aficionados a las cuestiones históricas. La inmensa mayoría de los andaluces han perdido el rastro del 4 de diciembre y han convertido el 28 de febrero en poco más que un día de vacaciones que con suerte se coloca en medio de un puente. No tiene mucho sentido, como está haciendo Juanma Moreno, convertir el 4 de diciembre en una especie de día de Andalucía de segunda división con el objetivo político de que su partido parezca andalucista cuando nunca lo ha sido más allá de lo puramente institucional. A no ser, claro, que el presidente andaluz quiera elevar el rango del 4-D y sueñe con encandilar a sus votantes con un macro puente anual que vaya del Día de Andalucía-2 al de la Inmaculada pasando por el de la Constitución. Imagínense el chollo.

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