Sala de espera
Jesús Vicioso
El futuro cuelga en la pared
Viva Franco (Battiato)
Jesucristo, en versión Tu cara (no) me suena, se apareció en Arizona. Tiene uno aún en mente la estampa estupefaciente del año. Es la del tarambana aquel que se presentó en el memorial de Phoenix por la muerte del mártir Charlie Kirk portando una gran cruz con ruedecillas. La ejemplar Hermandad de la Vera Cruz debiera elevar una protesta a León XIV por apropiación indebida. “Toma tu cruz y sígueme”, pero así no. ¿Qué será lo próximo? ¿Trump con corona de espinas? Nada es improbable. La ficción ha muerto y no el Dios de Nietzsche.
El cristianismo tremendista lo pone difícil al simple y modesto creyente. Pero aquí está la muy mariana y algo marciana ciudad de Sevilla para librarnos del oscurantismo de puritanos sin caridad, evangelistas armados y católicos psicopáticos. Yo entono también mi ditirambo “Pastora guapa y guapa y guapa”. Me uno a las loas por la coronación canónica de la Divina Pastora de Santa Marina. Doy vivas al fervor pastoreño, aunque no entienda nada. Admiro por las calles la Sevilla de Camelot con sus colgaduras, grímpolas y marianos gallardetes en honor a la “Coronada de Poder, Sabiduría y Misericordia”. Y proclamo que la Divina Pastora es Tabernáculo de Jerusalén y de la Santísima Trinidad. Si los tronados del MAGA norteamericano dicen que “Jesucristo es mi salvador y Trump es mi presidente”, yo proclamo que la Divina Pastora es nuestra apacentadora en el extraño rebaño que somos. Incluso proclamo que perdono los petardos con los que concluyeron los festejos de la coronación bajo el nocturno calabobo del domingo.
Uno conoce las bellas letanías a la Virgen en el rosario. Mis favoritas son las dedicadas a María como Vaso espiritual, Vaso digno de honor, Vaso insigne de devoción, Rosa mística… He leído con asombro y agrado los celestiales títulos de la Divina Pastora expuestos en colgaduras en la céntrica Sevilla de Camelot. Incluso he querido aportar con osado brío creativo al arte del floripondio pastoreño. Gárgola hacia la Eternidad. Docta Carpintera de la escalera de Jacob. Cordera de la Nueva Alianza. Liana de Devoción de Sevilla a Guadalupe, Fátima, Lourdes y Medjugorje. Arquitrabe de Clarividencia. Lindura y Vergel entre rocas y peñascales. Altar Magnificente sobre hojas de acanto… Pasados los fastos, ahora solo proclamo: Virgen María, Madre de Dios a secas, danos arropo en el gran manicomio del mundo. Amén.
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