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Reto clínico ante el crecimiento de la enfermedad inflamatoria intestinal

Patologías Digestivas

En Andalucía se atiende ya a alrededor de 30.000 pacientes con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa

La incidencia continúa creciendo con cerca de 15 casos nuevos por cada 100.000 habitantes

Ponentes durante la sesión dedicada a esta enfermedad en el último congreso de la Sociedad Andaluza de Patología Digestiva. / M.G.

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) deja de ser una patología minoritaria. En Andalucía se atiende ya a alrededor de 30.000 pacientes y la incidencia continúa creciendo, con cerca de 15 casos nuevos por cada 100.000 habitantes. “Va a ser una cuestión de salud relevante en el futuro”, señala el doctor Raúl Olmedo, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedad Inflamatoria Intestinal en la Sociedad Andaluza de Patología Digestiva, que ha celebrado recientemente su congreso anual. A escala nacional, añade, se habla de unos 300.000 casos y, si se mantiene la tendencia, “probablemente una de cada 100 personas podría padecer EII en los próximos cinco años.

La colitis ulcerosa puede evolucionar con daño estructural del colon por fibrosis

Bajo el término EII se agrupan, sobre todo, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Olmedo admite que los sistemas de información aún pueden afinarse, pero en la práctica clínica observa una mayoría de Crohn frente a colitis ulcerosa. Y subraya que “la colitis ulcerosa también puede evolucionar con daño estructural del colon por fibrosis, con síntomas como urgencia o incontinencia que después resultan difíciles de revertir”.

El primer gran problema llega antes de la consulta hospitalaria: el diagnóstico. “El retraso diagnóstico sigue siendo una necesidad no cubierta, sobre todo en Crohn”, afirma. En colitis ulcerosa el sangrado suele acelerar la sospecha; en Crohn, el inicio puede ser más inespecífico y la derivación se demora. En esa carrera, gana peso la calprotectina fecal, “un marcador no invasivo que ayuda en Atención Primaria a discriminar qué pacientes pueden tener inflamación intestinal y deben priorizarse para una valoración especializada”.

El segundo cuello de botella es organizativo. Olmedo apunta a la coordinación entre niveles asistenciales: desde la sospecha en el centro de salud hasta la especialidad, los circuitos pueden ser lentos. Ya en el hospital, defiende unidades de EIImultidisciplinares y acreditadas según estándares de Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (Geteccu), con cirugía y apoyo de otras especialidades (reumatología, dermatología), además de atención psicológica cuando sea necesario.

En Andalucía, el Grupo de EII combina asistencia, docencia e investigación. Mantiene cursos para residentes y un máster vinculado a la Universidad de Sevilla (quinta edición) y apuesta por la ecografía intestinal como herramienta de monitorización no invasiva. Asimismo, el Grupo andaluz trabaja en un registro electrónico compartido para generar datos en vida real que ya se han comunicado en congresos nacionales e internacionales.

También el abordaje farmacológico evoluciona. Olmedo explica que el objetivo es superar el “techo” de eficacia, aumentar la proporción de pacientes en remisión y mejorar la seguridad. “Hemos pasado de una fase en la que nos conformamos con que el paciente se encontrara bien a una fase en la que queremos modificar la historia natural de la enfermedad, que el paciente se opere menos, que tenga una calidad de vida buena, que tenga un buen rendimiento laboral, es decir, que no tenga absentismo laboral ni presentismo laboral y que en definitiva tenga una vida lo más parecida a la normalidad”, afirma el experto.

Ecografía intestinal para monitorización ‘en tiempo real’

La ecografía intestinal emerge como herramienta de monitorización ‘en tiempo real’. “Cada vez en más centros de Andalucía se hace ecografía intestinal como una forma de monitorizar de forma no invasiva a los pacientes. Así ahorramos colonoscopias, ahorramos técnicas invasivas como la resonancia, que incluye la administración de contraste oral intravenoso. Nos permite ‘en tiempo real’ determinar si el paciente tiene actividad inflamatoria y es preciso hacer un cambio en el tratamiento”, explica el Dr. Olmedo. El primer curso específico de la SAPD se celebrará el próximo 23 de enero en Marbella.

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