Reportaje

La mano que Jaén tiende a los temporeros para que no duerman en la calle

Algunos de los voluntarios que atienden a los temporeros cada noche.

Algunos de los voluntarios que atienden a los temporeros cada noche.

Con el inicio de la campaña de recogida de aceituna llegan a la provincia de Jaén miles de temporeros, muchos de ellos africanos, y no todos conocen los recursos que la provincia pone a su disposición. Por eso, cada noche un grupo de personas se pertrecha con una bebida caliente, que usarán como excusa para entablar una conversación, y sale a recorrer las calles de la capital en busca de aquellos trabajadores que se preparan para pasar el frío de la noche a la intemperie.

Parten desde el Hogar de Santa Clara y desde allí se dirigen a la Estación de Autobuses, para después recorrer el Paseo de la Estación hasta Renfe y el Centro de Atención al Transeúnte. “También vamos a otras zonas de la ciudad si nos avisan y lo que hacemos preguntarles por su situación, si es la primera vez que están Jaén no saben los recursos que hay ni nada. Les decimos dónde pueden cenar, los pueblos en los que pueden encontrar trabajo, las urgencias médicas…”, enumera Carlos Baeyens, coordinador del dispositivo de atención al temporero de Cáritas en la capital.

Temporeros en la calle. Temporeros en la calle.

Temporeros en la calle.

Explica que cada día, durante la campaña de recogida de la aceituna, atienden alrededor de 20 personas gracias a la colaboración de grupos de voluntarios de cofradías, parroquias y diferentes colectivos que se organizan en grupos de diez para peinar la ciudad. “Aún así cada noche hay personas, unas seis o siete cada noche en Jaén, que deciden dormir en la calle. Algunas veces es por un motivo cultural: extranjeros que expresan que no quieren compartir espacio con otras personas. Otros han tenido alguna experiencia negativa en un albergue y otros saben que estos sitios tienen sus normas y hay que llegar en buenas condiciones. Si han estado haciendo lo que no deben saben que no les van a dejar entrar”, detalla Carlos Baeyens sobre algunos de los motivos que impulsan a algunos de ellos a dormir en las calles.

También aclara el coordinador del dispositivo en la capital que, con la sequía, cada vez son menos los que vienen y que muchos ya han estado otros años. “Ellos mismos con los móviles avisan del poco trabajo que hay para que no vengan más, porque ya sabemos de algunos que llevan aquí semanas y no han encontrado trabajo”, confiesa sobre una situación que se hace extensible a toda la provincia.

A nivel provincia

De hecho este dispositivo nocturno para atender a los que duermen a la intemperie se repite en localidades como Torredelcampo, Úbeda, Baeza, Porcuna o Fuerte del Rey, entre otras. Carlos Escobedo es el coordinador a nivel provincial y asegura que tiene “sentimientos encontrados” a la hora de analizar la acogida que se da en Jaén a los temporeros llegados desde otros países para recoger la aceituna.

“Hay una realidad de acogida muy grande, muchos voluntarios y trabajadores que tienden la mano, pero por otro lado no podría decir que esto está generalizado ni mucho menos. Creo que la sociedad jiennense no lo percibe como una riqueza. Tú cuando vas al extranjero, por ejemplo a Francia, a trabajar tienes el alojamiento cubierto y eso empieza a ser algo parecido algo parecido a un hogar. Aquí la sociedad en general no lo percibe como riqueza, sino que genera rechazo y miedo por bulos o por falta de sensibilidad”, argumenta antes de proseguir: “La gente quiere trabajadores pero le llegan personas y una persona es más que un trabajador al que recoges por la mañana y sueltas por la noche en la calle”.

Defiende que a estas personas les es prácticamente imposible encontrar un alquiler y que, salvo en algunos municipios como Úbeda o Fuerte del Rey que son excepciones, los empresarios no se ocupan del alojamiento de sus temporeros. “Son muy vulnerables y nadie les defiende”, añade Carlos Escobedo. Además agrega que “el ‘efecto llamada’ es una mentira, porque se puede demostrar con datos que la mejora de los servicios asistenciales no provoca que lleguen más personas migrantes”.

Temporero durmiendo en La Alameda. Temporero durmiendo en La Alameda.

Temporero durmiendo en La Alameda.

Deberes para la provincia

En cuanto a las necesidades, más allá de una mayor implicación social por parte de todos los jiennenses para mejorar las condiciones de vida de estos temporeros, desde Cáritas creen que las administraciones tienen un margen de mejora definido. “Tenemos una red de albergues que debe actuar precisamente como una red. Al no establecer una fecha fija para cada albergue sino una horquilla, cada uno abre cuando quiere y eso provoca tapón en los que lo hacen antes. Además se abren cuando empieza la recogida pero los temporeros llegan mucho antes para buscar trabajo”, reivindica Carlos Baeyens sobre la necesidad de ofrecer antes los servicios de estas instalaciones.

“Sigue siendo un reto a nivel provincial la coordinación con los empresarios”, añade su tocayo Escobedo, quien también pone una nota positiva en el “salto de calidad” que en su opinión ha dado el Centro de Acogida al Transeúnte de Jaén capital este año, “con una mayor flexibilidad en el número de noches que pueden pasar los temporeros siempre que no esté lleno”.

Inciden en la dureza de las labores agrícolas que estas personas desempeñan en Jaén y las situaciones, en muchos casos “durísimas”, en las que llegan a suelo jiennense. Y en la responsabilidad que esta provincia tiene de tratar de ofrecerles las condiciones más dignas posibles.

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