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La "maldita" carretera de la Circunvalación de Jaén, tres vidas truncadas en diez años

Mausoleo dedicado a Alejandro y Natalia a fecha de 23 de mayo.

Mausoleo dedicado a Alejandro y Natalia a fecha de 23 de mayo.

La carretera de la Circunvalación une dos extremos de Jaén, hace prácticamente, parte del perímetro de la ciudad separando al castillo y un par de barrios con el resto de edificios que se expanden al pie del cerro de Santa Catalina. Es una vía de tránsito de vehículos y personas para quienes quieren visitar el castillo, viven por la zona o quieren bordear la ciudad para llegar de un punto a otro en más o menos ocho minutos en coche. Son aproximadamente cuatro kilómetros, 35 minutos andando.

El desnivel, el trazado serpenteante de curvas y la estrechez son las singularidades de esta vía que conocen bien quienes viven en Jaén y la atraviesan. Un trayecto que tres personas no han podido terminar en estos diez años. El pasado miércoles los vecinos de la zona volvieron a quedar sobrecogidos por un grave accidente. Minutos antes de las 19:00 horas un jiennense de 47 años subía por la carretera de la Circunvalación desde la rotonda de la carretera Córdoba, fue a dos kilómetros desde este punto cuando en un adelantamiento al coche que tenía delante, impactó contra un vehículo rojo que venía de frente al que se presupone, no vio llegar.

Debido al fuerte choque, el motorista salió disparado cayendo a una altura de cuatro metros en la Travesía de Santa Bárbara. Murió en el momento, según pudieron certificar los servicios de Emergencias del 061. Inmediatamente las personas que presenciaron el trágico suceso llamaron al Teléfono de Emergencias 112 solicitando urgentemente asistencia sanitaria para un hombre que había sufrido un grave accidente.

De inmediato, acudieron en medio del bullicio de gente y filas de coches, una ambulancia del 061 y la Policía Local. Cuando llegaron, los sanitarios no pudieron hacer nada por su vida y confirmaron su fallecimiento. Los agentes procedieron a tomar declaración a los testigos presentes, confirmando horas después que en el accidente se habían visto implicados tres vehículos y se produjo en el momento del adelantamiento. Hasta el día de ayer, la Policía seguía tomando declaración a los testigos.

Diez años del accidente de Alejandro y Natalia

No ha sido el único accidente que ha conmovido a la ciudad de Jaén. Hace 10 años, en 2014, la capital se vistió de luto. El día 8 de febrero, sobre las 01:30 horas de la madrugada, Alejandro Espinar y su novia Natalia Barragán de 20 y 18 años perdieron la vida en un accidente de tráfico en la carretera de la Circunvalación. La pareja pidió prestado el coche a un familiar, bajaban desde la carretera que conecta con el Castillo y al incorporarse a la Circunvalación algo mal debió ocurrir, y se estrellaron contra las vallas del puente derrumbándose estas, y cayendo a unos diez metros de altura hasta acabar en el aparcamiento del barrio de El Almendral.

Natalia y Alejandro. Natalia y Alejandro.

Natalia y Alejandro. / FB.

El atestado de la Policía Local afirmó que el turismo no iba a gran velocidad. Las vallas que protegían el barranco no retuvieron el turismo. Las familias de Alejando y Natalia recibieron una carta anónima con matasellos de Granada. En ella, animaba a los padres a demandar a la Junta de Andalucía, de quien era la titularidad de la carretera porque el vallado no contaba con la suficiente seguridad, en caso de impacto. Entonces, los progenitores demandaron a la Junta, quien afirmó que la seguridad de las vallas era mayor de la recomendable. No obstante, la administración cambió las protección poco después.

Los vecinos claman más seguridad

Los vecinos de la zona también reclamaron a la Junta el acondicionamiento de la carretera de la Circunvalación con la colocación de más seguridad. Hace cuatro años y seis después del accidente, la administración atendió a sus demandas y colocó pasos elevados, así lo cuenta a Jaén Hoy, Francisco Jesús Zuheros, residente de El Tomillo. Otro vecino de El Almendral, Antonio Galán, expresa que la vía en sí no es peligrosa si se es muy prudente, aunque bien es cierto que reconoce, que es bastante estrecha, con muchas curvas y desnivel.

"La acera que pega al barranco está siempre ocupada por coches, no se puede hacer mucho más. Depende de la velocidad que vayan los coches, poner a lo mejor una barrera protección diferente. Quizás en la zona donde pasó el accidente, el badén no es tan alto, hay menos badenes", expresa Galán.

También apunta a la falta de badenes desde la zona de el mirador de la Merced hasta llegar al Tomillo, o la importante ausencia de un paso de cebras y semáforo para los viandantes que cruzan la carretera de la Circunvalación donde no hay ningún tipo de señalética acondicionada para subir al Castillo y evitar que las personas atraviesen la vía donde circulan los coches a veces con poca visibilidad por las curvas.  

La Policía Local continua la investigación para terminar de resolver cómo se produjo exactamente el accidente del pasado miércoles donde el motorista falleció en el momento debido al fuerte impacto.

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