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Los regantes de Jaén se muestran positivos ante las dotaciones de agua para el cultivo este año

Balsas de la Comunidad de Regantes Jaén Norte.

Balsas de la Comunidad de Regantes Jaén Norte.

Han sido tres años de restricciones para los regantes de la cuenca del Guadalquivir. La sequía ha pasado estragos para el campo jiennense y andaluz, la escasez de precipitaciones provocó un estrés hídrico en el olivar difícilmente de solucionar con el riego, ya que el agua embalsada tampoco era suficiente. Los pantanos de Jaén en el mismo mes de abril desde el año 2020 no llegaban al 50 por ciento de su capacidad. Este año, el cielo ha sido generoso y la lluvia ha caído de forma abundante aliviando no sólo la tierra, sino también a los agricultores. Las comunidades de regantes de la provincia esperaban que este año la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) duplique las dotaciones de agua para el riego del cultivo.  

La gran mayoría de olivares sobreviven gracias a que a partir de mayo se empiezan a regar. Para facilitar el abastecimiento de agua y aprovechar los recursos hídricos surgieron las comunidades de regantes, organizadas y agrupadas en hectáreas con varios socios adscritos a los organismos de la cuenca. Cada año, la Confederación asigna una aportación concreta de agua según las reservas y este 2024 las restricciones han sido menores. El año pasado las limitaciones fueron del 80 por ciento y este año han sido finalmente del 33%, inicialmente las previsiones eran del 40, por lo que la decisión ha sido bien recibida. El regadío el año pasado sólo pudo tener el 12% del agua que hubiera tenido en un año sin sequía.

Hoy miércoles, tras reunirse la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para decidir los hectómetros cúbicos que se aportarán han concluido en un desembalse de 1.040 hectómetros cúbicos para la campaña de regadío que comienza este jueves, 25 de abril. En cuanto a las reducciones, la dotación máxima de la cuenca pasará de los 6.000 a los 4.000 metros cúbicos por hectáreas.

El secretario general de la Asociación de Regantes de Andalucía (Areda) con sede en Baeza, Agustín Rodríguez, se mostraba esperanzado a este periódico y pensó que las dotaciones serán mayores gracias a que los embalses se han recuperado. "La regulación general roza el 41 por ciento, nos acercamos a la campaña 2020 que hubo un recorte menos significativo, no vamos a estar en la normalidad, pero sí cerca. Afortunadamente la situación ha cambiado, si tuviéramos la suerte de que lloviera, por si la dotación no llega a la normalidad", apuntó Rodríguez. Unas esperanzas que no han sido en vano. 

El año pasado los embalses se encontraban a un 19%

Las dotaciones en Jaén en general es de 1500 metros cúbicos por hectárea, aunque este año la aportación de agua estará más cerca de los 1.000 que de la primera cifra, según señala el secretario general de Areda. Las causas están en un histórico de años secos. El año pasado, la media de los pantanos de Jaén en abril era del 19,51 por ciento, frente a la situación actual que se encuentran a un 51,8 por ciento. Para encontrar un embalsado de agua similar hay que remontarse al 2020, cuando estaban a un 49 por ciento y en 2019 los datos eran idénticos, un 51 %. La sequía dio los primeros avisos en 2021, la media de los embalses se encontraban en abril a un 41%, algo que se prolongó durante tres años. En 2022 el agua embalsada era un 27,59%.

Se triplica la dotación

"El año pasado fue una catástrofe así que este 2024 no esperamos ninguna sorpresa", explica Antonio Berlanga, ingiero agrónomo y miembro de la Comunidad de Regantes de Guadalmena, quien añade que en 2023 se pudo repartir en el olivar 400 metros cúbicos. En esta comisión, pedirán que la CHG aligere los procesos de expedientes para el riego de apoyo, ya que el año pasado no se pudieron regar. "Son hectáreas que están en proceso de legalización, no tienen derecho pero sí tienen las obras hechas, y esa legalización puede tardar de ocho a diez años", lamenta Berlanga.

El presidente de la CHG, Joaquín Páez, en una atención a medios este miércoles ha detallado en la Comisión de Desembalse de la CHG para abordar la campaña de regadío que comienza este jueves y se extenderá hasta el 30 de septiembre, de los 1.040 hm3 propuestos por la Confederación, se reservarían 30 para dar solución a los regadíos tempranos de octubre.

El desembalse propuesto supone 660 hectómetros cúbicos más que la pasada campaña, que estuvo marcada por una agravante sequía en la cuenca del Guadalquivir. Las lluvias del presenta año van a permitir, según ha destacado Páez "un alivio grandísimo para el campo y los cultivos del Guadalquivir".  

La única solución posible que baraja Berlanga para los años en que no hay reservas de agua suficiente para dotar del riego necesario al olivar es la creación de más balsas de almacenamiento para las comunidades regantes "ya que al Estado le cuesta mucho construir pantanos por todos los procesos administrativos necesarios, y hacer balsas aprovechando las escorrentías sería una opción.

Abastecimientos "planamente garantizados"

Por cultivos, el presidente de la CHG ha detallado que el olivar tiene la dotación mínima de la cuenca. Así, la dotación normal de 1.500 hm3 por hectárea va a pasar en la campaña de 2024 a 1.125 hm3, lo que supone una reducción del 25%. Con respecto al arroz, los agricultores dispondrán de dos tercios de la totalidad de agua máxima que pueden obtener, esto es, 264 hectómetros cúbicos.

En cuanto a los abastecimientos, Páez ha celebrado que "afortunadamente, están plenamente garantizados para cuatro o cinco años como mínimo, dependiendo del sistema de explotación". En esta línea, ha puesto de relieve el mes de marzo "extraordinariamente lluvioso", situándose como el tercero con más precipitaciones en los últimos 40 años, con más de 290 litros de media en la Cuenca del Guadalquivir, lo que ha supuesto "un alivio y un cambio de actitud". Así, ha recalcado que en el pleno de la Comisión de este miércoles "encontraremos miradas de alegría ante un futuro halagüeño tras unos años muy duros, con unas condiciones de desembalse descorazonadoras".

Por su parte, el secretario general de COAG Andalucía, Eduardo López, ha mostrado su alegría ante la reunión de desembalse ya que, "a diferencia de las últimas campañas con importantes restricciones de más del 80%, el nivel de agua embalsada nos hace pensar que el desembalse puede estar en torno a los 1.000 hectómetros, lo que lleva a recortes más bajos". Así, han pedido que "menos recortes para los sectores con menos dotación concesional", puesto que "el Guadalquivir tiene distintas realidades agrícolas".

De otro lado, Roque García, vicresecretario general de UPA Andalucía, ha reconocido que la situación actual "es mejor que la de febrero, cuando se celebró la última reunión", aunque ha recalcado que "tenemos que trabajar con criterios de sequía, que no se ha ido". "Habrá mejoras, pero no las que demanda la UPA, que es que los recortes se hagan de forma social", ha apostillado.

Por último, Álvaro Pallarés, presidente de la Junta Central de Regantes de la margen derecha de la zona arrocera se ha mostrado "optimista" ante la reunión con las mejoras causadas por la lluvia, poniendo en valor el "esfuerzo" de la CHG para el reparto de las dotaciones. "Los últimos años han sido durísimos y esperemos que se solucione", ha concluido.

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