Un reto viral obliga al cierre de una piscina en la Sierra de Segura

La piscina municipal de Cortijos Nuevos, en pleno corazón de la Sierra de Segura, ha tenido que cerrar sus puertas durante 48 horas debido a un acto incívico: alguien defecó dentro del vaso principal de la instalación durante el horario de baño.

Este suceso puede estar vinculado a un reto viral, que circula por redes sociales desde 2018, que incita a algunas personas a defecar dentro de piscinas públicas como forma de burla o hazaña. Ya son más de 300 instalaciones en toda España las que se han visto obligadas a cerrar durante varias horas por este motivo, debido a que este acto obliga a la evacuación inmediata y al cierre de la piscina durante 24 o 48 horas, tiempo en el que tiene lugar el proceso para descontaminar el agua.

El alcalde de Segura de la Sierra, Jose Manuel Martínez, ha explicado a esta Redacción que no es la primera vez que ocurre, pero que sí es la única en la que se han tenido que tomar medidas restrictivas: “En otra ocasión sucedió algo similar, pero al final de la jornada y sin consecuencias para los usuarios”. En concreto, se ha endurecido el servicio de vigilancia para velar por el cumplimiento de las normas y se ha ampliado la limpieza, especialmente en las zonas más transitadas del recinto.

El máximo responsable del Ayuntamiento ha anunciado que el servicio se restablecerá este miércoles tras finalizar el protocolo de limpieza y desinfección. Además, ha pedido responsabilidad a la ciudadanía para evitar que este tipo de conductas se repitan. “Cuidar de nuestras instalaciones es cosa de todos. De vez en cuando hay que llamar al civismo y frenar estos comportamientos”, recuerda.

Peligro para la salud pública

En consonancia con las recomendaciones sanitarias, las autoridades han recordado que la presencia de heces humanas en una piscina pública no es solo un acto incívico, sino también un riesgo real para la salud. Este tipo de residuos pueden albergar agentes patógenos como salmonela o el virus de la hepatitis A, todos ellos capaces de provocar infecciones severas, brotes de gastroenteritis e incluso afecciones cutáneas o hepáticas.

Entre todos los usuarios afectados por nadar entre heces, los niños pueden ser los más perjudicados. Esto se explica porque es muy común que, mientras juegan, traguen agua que puede estar infectada, lo que los expone a una mayor carga bacteriana.