Marifé Rozalén Reyes, la talentosa artista de Montizón, Jaén, ha sido galardonada con el primer premio en el Urban Fest, el renombrado Festival de Cultura y Arte Urbano de Getafe en Madrid, donde se congregaron más de medio centenar de artistas, haciéndose con el máximo galardón. Este prestigioso reconocimiento es el último logro en la destacada carrera de Marifé, que ha transformado su amado pueblo en un verdadero museo al aire libre.

Un niño con un cazamariposas protagoniza este mural de Rozalén en Aldeahermosa.

Marifé Rozalén, jiennense nacida en 1997, es una creativa que ha adoptado el muralismo como su medio de expresión artística. A lo largo de los años, ha emprendido una admirable misión: cambiar la cara de los entornos urbanos al aportar color y vida a lugares monótonos y deteriorados. Su obra se ha convertido en un faro de creatividad y vitalidad en su pequeña población de la comarca de El Condado, donde es posible ver docenas de obras en todo tipo de fachadas y edificios.

El arte mural como medio para la catarsis social y creativa

La inspiración de Marifé proviene de su profundo deseo de transformar su entorno y devolverle su antigua gloria. El compromiso con su tierra natal es verdaderamente admirable. Optó por llevar el arte de vanguardia a las zonas rurales de una manera innovadora y especial, bajo la convicción de que lo rural también puede ser un espacio de resistencia frente a la homogeneización y la globalización cultural, convirtiéndose en refugio de memoria, identidad y diversidad.

Mural dedicado a la bioquímica española Margarita Salas, investigadora en la Universidad de Nueva York junto a Severo Ochoa.

Eso es justo lo que muestran los murales dedicados a la igualdad de género, donde rescata perfiles tan diversos como el de Malala Youzasfai, Margarita Salas, María Zambrano o Adela Muñoz Páez. Su trabajo es un ejemplo inspirador de cómo el arte puede transformar y revitalizar comunidades, haciendo que cada rincón del mundo sea un lienzo esperando ser coloreado por la creatividad humana.