Una solución para el Cine Cervantes

Las dos orillas

30 de julio 2025 - 03:08

No se puede acabar julio sin que escriba un artículo del Cine Cervantes. En este Diario, casi todos los articulistas, menos yo, han escrito un artículo sobre el Cine Cervantes, lo que demuestra que es importante para Sevilla, ya que es el único teatro del siglo XIX que sigue en pie. Y está claramente en riesgo de desaparición, como tantos otros cines y teatros sevillanos que se fueron al garete, entre la general indiferencia. Ahí quedó la liquidación de la librería Verbo en la calle Sierpes, donde estuvo el antiguo Teatro Imperial. Y siempre se recordará el derribo del Teatro San Fernando, en la calle Tetuán. Pero no me voy a dispersar con los cines y los teatros que perdimos, que fueron casi todos.

La única solución para el Cine Cervantes es la que comentaba ayer Carlos Colón en su artículo de este Diario: una intervención pública. La empresa que lo gestiona señala que, con 40 espectadores en una sesión, o incluso con 100, no es rentable. Tampoco se puede poner el Cine Cervantes todos los días como si fuera el Estadio de La Cartuja para un recital de Manuel Carrasco. Un local abierto al público puede ser muy culturalista, pero al sumar los números es un negocio, o no es nada.

La solución sería que la empresa que lo mantiene (en circunstancias ruinosas) renuncie al heroísmo. Para mí la solución, no tan descabellada, sería que lo adquiera la Diputación Provincial, que tiene posibles. Javier Fernández, el presidente de la Diputación, es un hombre sensato, que sabe desligar bien sus dos cargos: por un lado, es el líder provincial del PSOE; por otro, es el responsable de la institución provincial. La Diputación mantiene con éxito el cine de verano en su patio, allá por la Puerta de la Carne. La Diputación tanteó e intentó comprar el antiguo mercado de la Puerta de la Carne, pero el Ayuntamiento no se lo permitió. La Diputación iba a reconstruir ese edificio y no lo reconocería ni la madre que lo parió, ni las ratas que lo ocuparon. Pero no se lo vendieron.

Por consiguiente, la Diputación podría comprar el Teatro-Cine Cervantes y transformarlo en un auditorio. Podrían montar un espacio multiusos con un cine de invierno. O una filmoteca. Y servir para teatro vanguardista, para conciertos de música de cámara… Y otras actividades culturales. Además, se podría decir que Sevilla es parte de la provincia. Soluciones hay, pero no salen gratis.

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