
Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Más tiempo y más cómplices
VERICUETOS
Hay semanas que Louis Armstrong hace gárgaras. Uno se levanta los lunes con cierta esperanza, porque de lo contrario no se levantaría (bueno, y porque hay que comer), y ya la realidad a media mañana va haciendo su labor de mamporrera hasta que nos empotra sin escape contra el muro que suponen los acontecimientos que la conforman.
Uno, que es un romántico, espera al menos que le susurren al oído antes del primer roce, pero lo que viene a continuación son solo bofetadas en forma de noticias sorprendentes, cada cual más desequilibrante que la anterior. Como preliminares no tienen precio, porque provocan un estado de excitación creciente y, al mismo tiempo, tan agotadora que solo dan ganas de no levantarse de la cama. Porno del bueno, del guarro, de ese que nadie confiesa que ve pero sin embargo lo hace.
Porque sí; resulta asquerosamente pornográfico este mundo circundante, pues mientras nos esforzamos por continuar con nuestras vidas como si no sucediera nada deambulamos por la calle con el rostro chorreante del esperma que eyaculan el odio y la desolación. Esta hepdómada comenzó con las protestas en Los Ángeles y otras ciudades imperiales contra los designios migratorios de su Nerón particular, que ya no persigue cristianos sino “illegal aliens”, convertidos en el origen de todos los males que afectan a su anaranjada y rubia majestad. Ya falta menos para ver en directo una guerra federal entre Estados Desunidos…
A un nivel mucho más casposo hemos seguido arrastrándonos a diario entre putas abaladas (con b de ministro), mordidas y mamadas, Cerdán y sus cerdadas, y dos papeletas que faltaban (como los huevos duros de Groucho). Un enlutado y afectadísimo presidente en rueda de prensa cual Arias Navarro diciendo: “Españoles, el PSOE ha muerto”. Una oposición que huele la sangre y pide el sacrificio ritual a los dioses de la sagrada democracia, cuando su gaviota nació en el nido de un aguilucho… Y uno que ya no sabe dónde mirar sin pasar vergüenza ajena.
Pero faltaba la traca final para que el polvo fuera completo. Una mascletá nuclear, que están de fiestas patronales en Teherán y no lo sabíamos. Israel está que no se pierde una buena juerga y si no la hay ellos mismos la arman, nunca mejor dicho… En resumen, que estamos a sábado y el bueno de Louis sigue haciendo gárgaras y limpiando su trompeta de cara al próximo lunes, que al parecer da concierto. And I think to myself...
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