Vericuetos
Raúl Cueto
El pataleo
PROVINCIA
Una intervención de alto riesgo vivida este fin de semana en Andújar ha vuelto a poner de manifiesto las graves carencias que arrastra el servicio de bomberos municipal. Según han denunciado públicamente los propios efectivos a través de sus redes sociales, una dotación compuesta únicamente por tres bomberos tuvo que enfrentarse a un incendio en una vivienda de la quinta planta de un edificio en la Corredera Capuchinos, con personas atrapadas en pisos superiores, cuando se encontraban aún desplazados en la extinción de un fuego de pastos fuera del núcleo urbano.
El tiempo de reacción se vio comprometido desde el primer momento. “Tuvimos que regresar al parque, cambiar de vehículo, equiparnos con los trajes de incendios estructurales… Todo a la máxima velocidad, pero llegamos más tarde de lo deseado”, denuncian. A su llegada, el incendio ya estaba muy desarrollado, lo que obligó a los bomberos a asumir múltiples funciones simultáneamente, sin el personal mínimo necesario. “En otros parques esto lo hacen entre seis personas, nosotros éramos tres”, afirman.
La dureza del incendio obligó a los bomberos a realizar esfuerzos extremos. Uno de ellos sufrió un golpe de calor y debió ser atendido de urgencia por agentes de la Policía Local que le quitaron el equipo y ayudaron a bajarle la temperatura. Su temperatura corporal era de 38,7 °C. Poco después, el resto del equipo vivió momentos de gran tensión al perder contacto con su compañero dentro del edificio. Fue hallado minutos después, también exhausto y con la máscara de aire desacoplada, tras haberse refugiado in extremis en un balcón.
“Si pudiéramos trabajar en binomio de manera constante, como debe de ser, no habría pasado”, relatan. La intervención, según destacan, pudo completarse gracias a la incorporación posterior de compañeros fuera de servicio que acudieron de manera completamente voluntaria, así como al apoyo decisivo de la policía y los servicios sanitarios. "Tiene que haber más personal, sin que tengamos la necesidad de cubrir o desarrollar las funciones de otros puestos de trabajo", reclama Antonio Gómez, bombero conductor especialista.
Ante esta situación, los bomberos han hecho un llamamiento desesperado tras el suceso: “Tres bomberos no pueden conducir, gestionar llamadas, equiparse, rescatar y extinguir un incendio de este tipo de forma segura”, subrayan. La falta de personal y de medios adecuados pudo haber tenido consecuencias trágicas. "Ha estado a punto de pasarnos una desgracia”, advierten con crudeza. En este sentido, Gómez menciona también la labor de un operador de comunicación: "Cualquier parque lo tiene y se encarga de coordinar y buscar personal cuando hace falta, para gestionar todos los recursos".
Desde el cuerpo, además, han querido agradecer la colaboración de los compañeros que acudieron voluntariamente, de los agentes policiales, los sanitarios y los vecinos que se volcaron en ayudarles. "Esto es tan solo la punta del iceberg, porque es nuestro día a día mientras las negociaciones siguen estancadas". Así, concluyen con una pregunta clara dirigida a las administraciones: “¿Hasta cuándo nos van a tener en estas condiciones?”
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