Cultura

El robo del cuadro de la jiennense Maeba Martínez: “Me han quitado un recuerdo único e irreemplazable”

El robo del cuadro de la jiennense Maeba Martínez: “Me han quitado un recuerdo único e irremplazable”

El robo del cuadro de la jiennense Maeba Martínez: “Me han quitado un recuerdo único e irremplazable”

El robo de la obra de un artista puede ser como arrancarle una extremidad de su alma. Todo artista tiene una obra que no vendería, que transita por ella y deja parte de su identidad, un valor que se escapa fuera de lo material e incluso artístico y prefiere guardarla para él mismo. A Maeba Martínez le han quitado un "recuerdo único e irremplazable".

Jiennense de nacimiento, la artista se formó durante mucho tiempo fuera de la provincia pasando incluso por Grecia, hasta que hace más de tres años decidió volver a sus orígenes. Y el pasado noviembre, Maeba inauguró precisamente en la capital que la vio crecer y dar sus primeros pasos en el arte, la exposición ‘Cuaderno de bitácora, 20 años de biografía pictórica ’ en La fábrica del arte. Una puerta abierta a su vida desde que empezó a dibujar. La mayoría de obras estaban a la venta, a excepción de un pequeño puñado por su valor personal.

Cuando Maeba fue a recoger sus obras, la sorpresa fue mayúscula, y no se lo podía creer. Uno de sus cuadros había desaparecido, el hueco de la pared que lo sostenía estaba vacío. Al principio, pensó que podría estar en el almacén, pero una vez comprobó que no se encontraba la sensación que se le quedó fue “desagradable”. “De no apreciar el trabajo que tiene y robarte, ya no solamente lo que es la obra, sino también, la confianza”, lamenta. La artista, confiesa, que nunca ha expuesto en galerías porque le gusta que el arte esté en lugares donde cualquiera pueda convivir con él y disfrutar mientras pueda realizar otras actividades.

“Esto pues me quita bastante la confianza porque, si es que la persona no se puede permitir comprar una obra de arte, siempre se puede dialogar con el artista. Yo siempre estoy abierta a todo, pero no simplemente que alguien llegue, la coja y se la lleve. O sea, aparte de la obra y del valor que tiene, tanto artístico como emocional para mí, es que te roban algo tuyo, algo muy personal que no hay manera de sustituirlo. Y que además es un trabajo también, que conllevaba esfuerzo hacerlo ", expresa.

Cuadro robado. Cuadro robado.

Cuadro robado.

La exposición contaba con muchas y diferentes partes de la exposición, algunos cuadros eran retratos importantes de su abuela, o por ejemplo otra parte era enfocada más en la denuncia social. La obra que le arrebataron es irremplazable porque estaba conformada con la fotografía que le hizo una amiga suya de la carrera. Un proyecto que comenzó cuando estudié Bellas Artes, que todavía sigue en activo, de investigación antropológica, acerca de las creencias, las leyendas y las supersticiones y la supervivencia de la magia paleolítica de lo que simboliza el ombligo en todo el planeta, y a la que dedicó prácticamente toda su carrera.

“Esta obra era una fotografía que me hizo una muy buena amiga de Bellas Artes. Entonces, no tengo nada, no tengo ni esa obra ni la fotografía porque ella me la regaló y luego después yo la intervine. Esa obra es imposible de recuperar y simbólicamente porque precisamente tengo muchas obras acerca del ombligo, pero esa era la única obra fotográfica que recogía lo que para mí significaba todo este proyecto y encima era un diálogo con la Maeba que comenzó todo este proyecto porque había una parte donde se mostraba una parte de mi cara, una fotografía de hace más de veinte años imposible de recuperar”, expresa la artista.Maeba Martínez se ha movilizado por redes sociales, aunque la obra sigue sin aparecer y pide por favor que la dejen en su estudio. Aún así no pierde la esperanza y seguirán confiando en el arte como un espacio para compartir. De hecho uno de sus proyectos en Jaén, es el arte terapia a niños con cáncer.

Arte terapia a niños con cáncer

“El ser humano de hablar ya dibujaba. Expresaba así. Como una manera de entender el mundo, de poder dejar su huella y también como parte de comunicación”, cuenta la artista. Por ello, cuando terminó la carrera decidió desarrollar una parte creativa más social y en Jaén, en el hospital realiza un acompañamiento a los niños que están ingresados o que acuden al centro de día.

“A través del arte se crea un espacio que yo lo llamo espacio de resistencia como ese espacio en el que tú de repente ya no estás donde estás, y te puedes ir a la playa, por ejemplo, el otro día uno de los niños se dibujó en la playa navegando en lo alto de un pulpo por ejemplo. Y ese tiempo ya se olvida dónde está y se le olvida todo. Que es la misma razón por la que yo dibujo también, porque para mí el arte es eso, es mi espacio de seguridad”, cuenta Maeba.

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